Telas, papel pintado, vidrios, luces... Hay muchas opciones para subir el tono de la casa sin tener que pintar las paredes
01
LA FUERZA DE LAS TELAS
Si a un dormitorio le cambias las cortinas y la ropa de cama; si a un sofá le pones cojines de colores llamativos, o si a un salón le añades una alfombra con color, te sorprenderá el resultado. Porque los complementos textiles son más importantes de lo que parece. Además, es un cambio al alcance de todos, fácil de realizar y de renovar cada cierto tiempo.
02
PAREDES Y SUELOS LLAMATIVOS
¿Por qué no dar chispa a las paredes y a los suelos de tu casa? Es tan sencillo como elegir revestimientos que jueguen con los colores. Los mosaicos hidráulicos ofrecen muchas posibilidades; diseñadores de la talla de Jaime Hayon se han visto tentados por ellos, con propuestas como el Contemporary Cement Tyles para Bisazza.
03
MÁGICO PAPEL PINTADO
Además de darle color a un espacio, con papel pintado también puedes añadir textura gracias a los estampados y los acabados en relieve. Las opciones son prácticamente infinitas, desde los diseños que reproducen materiales naturales como madera y piedra, pasando por los motivos vegetales, hasta los más atrevidos dorados.
04
VENTANAS QUE ALEGRAN EL DÍA
Ni el cristal es siempre transparente ni las cortinas, blancas. Un sencillo estor de color puede cambiar el aspecto de una ventana y animar un ambiente. Y si quieres ir más allá, apuesta por una de las últimas tendencias: el cristal tintado.
05
LUZ QUE DECORA
Diseña ambientes con tiras de LED escondidas adecuadas a cada ocasión: contrarrestar la dureza de una escalera, dar al baño un toque diferente o crear un efecto escenográfico en el dormitorio. La clave está en encontrar el color idóneo para conferirle el sentido que quieras. Conseguirás expresar un nuevo lenguaje doméstico.