Poblenou aúna tradición y modernidad, quizás esa es una de las claves de su éxito y también se extiende a sus restaurantes.
Si estuviésemos hablando de una antigua ciudad portuaria, podríamos decir que las dos torres que las protegen son espigones: el de Bogatell y el de la Mar Bella. Entre medias y a los lados está la Nova Icària y hacia adentro el incipientemente frenético ritmo de un barrio que empieza a vibrar al son de la ciudad.
Destapándose como barrio, desbancando a Gràcia como distrito hípster y desnudándose para el autóctono. Poblenou, esto no es nuevo, es el último grito de las corrientes alternativas de Barcelona.
Discotecas, coworkings, tascas de toda la vida, pocos supermercados, fábricas, chatarreros y, sí, una oferta gastronómica muy a tener en cuenta.
Tanto si trabajas en una oficina de por la zona y se te ha olvidado el tupper, como si vas a la playa y no quieres pasarte (como siempre) por el McDonald’s, como si te apetece pasarte de propio para descubrir los encantos del barrio.
Sean cuales sean tus motivos (a veces ni hace falta tenerlos), aquí te dejamos algunos de los sitios a los que puedes ir a comer en Poblenou:
El Poblenou tiene la suerte de contar con uno de los lugares más exclusivos para comer bocadillos de toda Barcelona. La influencia americana del Carrot Café está clara, pero no por ello prescinde del sabor mediterráneo, y entre sus bocadillos puedes encontrar desde bagels, hamburguesas, pan de coca con butifarra negra, mallorquín y sobre todo mucho pastrami, el producto estrella de la casa.
Hay que ver su fachada solo para darse cuenta de que entrar en este restaurante va a suponer un viaje en el tiempo a lo más profundo de lo retro (el local era antiguamente una droguería). Esta gastrococtelería se encuentra en el Poblenou y quien va sabe a ciencia cierta dos cosas: que el ambiente de otros tiempos que se respira no lo encuentras en cualquier sitio y que su lomo de orza debería estar obligatoriamente en cualquier guía turística que se precie.
Aunque parezca mentira, a este restaurante no le ha bautizado un maño. Empezaremos hablando del Koh diciendo que el libre albedrío es una mierda. Pedir implica arrepentirse (no por errar en la decisión) y desear volver. Una carta para salivar sólo de verla. Ramen, baos y distintos productos asiáticos en un local que lleva en pie cuatro días contados. La mayor peculiaridad del Koh es que los platos y los vasos que figuran en sus mesas han sido diseñados por los dueños.
Estilo sobrio y moderno al mismo tiempo. Se trata de uno de los mejores sitios de toda Barcelona para comer pescado, y eso, en una ciudad portuaria, son palabras mayores. Por cierto, en sus tiempos mozos fue una antigua taberna de pescadores.
Se llama Sopa y, la casualidad, entre los primeros platos siempre hay sopa. Su carta es totalmente macrobiótica, vegetariana y parcialmente vegana. Pero el Sopa es mucho más: su producto es fresco, la materia prima de primera calidad, tienen una tienda y hasta una sala para practicar yoga.
coffee & food store
El Súper es un take-away de cinco estrellas. Hace de la comida para llevar un arte. Dicho de otro modo, es un restaurante moderno en el que enplatan directamente en tupper por unos precios decentes. ¡Ah! Si hace buen tiempo, comer en las mesas de fuera es una gozada.
HONEST FOOD
Leka se caracteriza por pivotar a partir del concepto de código abierto: te dicen sin tapujos cómo hacen todo. ¡Hasta la ropa y el mobiliario! Y, por supuesto, también la carta: si no has ido, puedes echar un vistazo a su web y cocinarte lo que te apetezca. Por cierto, ellos mismos hacen los refrescos.
Una pequeña porción de New York, en el corazón del Poblenou, y a metros de la playa. NOLITA (North of Little Italy), es un espacio con aire industrial, donde el arte se combina con la comida. Desayunos gourmet estilo Brunch. Welcome to NOLITA